A un mes de la partida de nuestro entrañable Miguel Cardozo
Doloridos aún por esta gran pérdida, a un mes de su partida queremos desde COFAC realizar un humilde y sincero reconocimiento a quien fuera el primer presidente de nuestra cooperativa nacional y sin duda uno de los principales constructores del movimiento cooperativo uruguayo.
Sin temor a equivocarnos, decimos que en Miguel todos los y las cooperativistas nos podemos reconocer, porque encarnó brillantemente desde la teoría y la acción los valores y principios cooperativos.
En el proceso histórico de COFAC fue uno de los que, junto a otros compañeros y compañeras, lideró la conformación de la cooperativa nacional, sobre la base del acuerdo y las decisiones libres y democráticas de las cooperativas federadas.
Hacia el cooperativismo todo, fue artífice de un movimiento cooperativo unido en las diferencias, buscando sostenidamente la construcción de un instrumento útil para y por uruguayas y uruguayos.
Es así que rápidamente podemos recordar algunas de las construcciones colectivas que impulsó:
A la salida del gobierno de facto, como Presidente de la Mesa Nacional Intercooperativa su accionar fue decisivo en la agrupación de todas las federaciones y organismos nacionales cooperativos, antecedente directo de la conformación de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (CUDECOOP).
A partir de 1988 y desde la Presidencia de CUDECOOP, promotor de una serie de herramientas cooperativas bajo la forma de instituciones: Cabal, Surco, Cacif, entre otras múltiples búsquedas, todos verdaderos caminos abiertos, acumulación histórica de voluntades.
Miguel fue un líder.
Un líder cooperativo, poseedor de una visión estratégica de clara vocación integradora: con proyección nacional e internacional.
Un líder cooperativo con una capacidad superlativa para inducir un clima de colaboración en los colectivos donde participó, siendo promotor a su vez de dirigentes, de potenciales líderes en una forma abierta y desinteresada.
Un líder cooperativo con entrega, dedicación al proyecto, a la idea, dejando detrás prioridades personales y brindando horas de su tiempo personal y familiar durante su larga y fructífera trayectoria.
Hoy día, pasado el amargo período del cierre y la intervención de nuestra querida COFAC, sobreponiéndonos a esto y en la actual fase de recuperación institucional y empresarial, tenemos en Miguel y en su ejemplo, un cimiento compartido y un legado precioso que no podemos ni debemos defraudar.
Comité Ejecutivo COFAC
Montevideo, 9 de febrero de 2018